La proximidad a rutas nacionales, accesos rápidos a circunvalaciones urbanas o vías ferroviarias es un factor determinante. Esto no solo facilita la logística de entrada y salida de productos, sino que también mejora la atracción de talento operativo, técnico y profesional. Un parque industrial debe estar lo suficientemente cerca de zonas urbanas para aprovechar la disponibilidad de recursos humanos, pero lo suficientemente apartado como para evitar restricciones ambientales o normativas.

 

2. Diversidad de tipologías de depósitos

 

La disponibilidad de naves industriales de distintas categorías permite adaptarse a las necesidades y escalas de cada empresa. Por ejemplo:

• Clase A (Premium): ideales para operadores logísticos, distribución de alto volumen y productos sensibles como farmacéuticos o electrónicos. Incorporan pisos industriales sin juntas, docks niveladores, techos de más de 10 metros, tecnología en seguridad y eficiencia energética.
  
  
• Clase B (Intermedia): útiles para empresas en expansión con necesidades de almacenamiento eficiente, sin requerir los más altos estándares.
  
  
• Clase C (Económica): pensadas para almacenamiento simple, talleres o empresas con operaciones más flexibles y bajo requerimiento técnico.
  
  

Como gestores de proyectos, en Depro ayudamos a definir cuál es la tipología óptima para cada modelo de negocio, evaluando no solo el presente, sino el crecimiento proyectado de la empresa.

Esta capacidad de integración es esencial cuando se gestiona infraestructura industrial compleja, donde múltiples actores deben tomar decisiones informadas y coordinadas.

 

3. Servicios e infraestructura compartida

 

Un parque industrial eficiente debe contar con infraestructura compartida que potencie a sus usuarios:

• Redes de energía eléctrica de media o alta tensión
  
  
• Gas industrial
  
  
• Acceso a fibra óptica
  
  
• Tratamiento de efluentes
  
  
• Áreas de carga y descarga comunes
  
  
• Seguridad perimetral 24/7
  
  
• Calles internas asfaltadas para tránsito pesado
  
  

Este tipo de infraestructura muchas veces representa una barrera de entrada para las PYMES si se instalan por cuenta propia. En este sentido, los parques industriales se transforman en una solución integral.

 

4. Normativa clara y gestión administrativa profesional

 

La existencia de un reglamento interno y una administración eficiente es vital. Permite asegurar la convivencia entre empresas, el mantenimiento de la infraestructura común y el cumplimiento de normativas ambientales y de seguridad.

 

5. Sustentabilidad y crecimiento proyectado

 

Los nuevos parques industriales tienden a incorporar principios de sustentabilidad: eficiencia energética, gestión de residuos, espacios verdes, sistemas de captación de agua de lluvia, etc. También es clave que el parque contemple su etapabilidad, es decir, que pueda crecer sin perder funcionalidad ni congestionar sus servicios.

 

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Este nuevo escenario demandará un cambio de rol: el profesional dejará de ejecutar tareas operativas para convertirse en analista de entornos complejos, orientado a seleccionar las mejores alternativas en tiempo real.